Decepción culinaria
Política y cocina suelen tener pocos encuentros
oficiales, sin embargo, existen y no hace mucho el pasado noviembre el gobierno
del Estado de Nuevo León junto con otras empresas organizaron la Feria
Internacional del Cabrito que se llevó acabo en la nave Lewis del Parque
Fundidora, se supone que era una feria gastronómica y de productos (agro
productos) regionales, sin embargo el resultado fue pésimo, mal organizados.
Buena la idea de la entrada libre, eso me parece bien, la cosa es que subió en
costo de los platillos, los cuales eran en porciones ínfimas y el cabrito que
ya de por si es un plato caro resulto ser más caro que yendo al restaurante,
particularmente por ahí estaba un stand del Pipiripau donde literalmente el
plato costaba el doble de lo que cuesta en su restaurante en el mercado, con la
pena y con estas palabras lo describo, a la chingada con sus decisiones ridículas
y gubernamentales y eso incluye a la CANIRAC, el regiomontano vive ya de por si
privado de su plato tradicional por excelencia, en relación a la producción y
al costo, ridículo por cierto, uno de los mayores y mejores productores de
cabrito es San Luis y aquí los restauranteros nos venden nuestro tradicional
plato a un precio que lo hace incomible para la población en general, esto no
era así, pero ahora la única forma de comer cabrito es cocinarlo tú mismo.
También he de comentar que otros tradicionales platos
regiomontanos se vieron terriblemente demeritados por su preparación y terrible
ignorancia de los “Chefs” que tratando de arreglar un plato lo descomponen, la
comida de esta región es muuuuuy sencilla por razones geográfico culturales no le añadan de su cosecha, la cocina requiere
talento y las escuelas de Chefs están escasos de ellos, sacan pocos Chefs y
muchos cocineros mediocres, lo siento pero es cierto, lo vi muy de cerca en
esta feria, no hubo un solo asado de puerco que luciera y supiera como tal, el
uso de ingredientes de baja calidad está afectando profundamente las cocinas de
la ciudad, ya extendiéndome un poco, pocos son los lugares donde se puede comer
decentemente.
La cocina regional norestense necesita ser rescatada,
pero este pobre intento solo es un indicativo de la pereza gubernamental y restaurantera, los restaurantes son un
negocio y una industria, pero la cocina es arte, mal por todos ellos vergüenza
debe de darles, ya que además contaron con el apoyo de una empresa como cervecería,
la cual por cierto manejando tantas marcas no es justo que solo me quieran
servir Carta Blanca, por favor. Se necesitaron manos con amor en esa feria esa
es la verdad, pudiendo hacer algo realmente que valga la pena, a nadie le importaría
pagar un precio alto por el servicio, pero alto precio más plato desechable,
por favor vayan a ver a otro lado a quien hacen pendejo, y a todos aquellos que
están en las escuelas de cocina y en su casa no quieren hacer ni un huevo hagan
el favor de alejarse de las cocinas no es lo suyo.
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