Así escribo este artículo de última
hora, vengo aterrizando a este su humilde jacalito a escribir por que mañana
tengo que terminar el diseño de un menú y mejor le vamos avanzando y justamente
vengo aterrizando del restaurante Neuquen Valle de una cena que tuvimos Laurita
y yo con un amigo que andaba en Monterrey por cuestiones de trabajo y apenas
tuvimos tiempo de ir a cenar, y así medio atropellado fue el día cuando
recibimos la llamada de este amigo a media tarde para vernos en la noche, por
tanto hubo que apresurar trabajo y salir corriendo ya de camino nos volvió a llamar que venía saliendo de
Saltillo que pues se tardaba un poco más; Laura yo nos desviamos a beber café en
el Punta del Cielo que está en plaza Lua en Ricardo Margain. Debo de acotar en
este punto el hecho de que Café Punta del Cielo tiene en sus manos un producto
muy bueno y comercializable nos gusta mucho el café y en particular el de ellos
y no tenemos en muy buen concepto el sabor del café de calcetín del Starbucks,
sin embargo, la falta de actitud en el servicio y la escaso personal siempre me
causan malestar, de veras apréndanle algo a su primo gringo y mejoren el
servicio al cliente.
Después de muchos
contratiempos pudimos ir a cenar en compañía de nuestro amigo y encaminamos
nuestros pasos al Neuquen Valle, por cierto el lugar lo sugirió Laurita, porque
yo tenía otras ideas, digo, ya que vamos a salir vamos a lugares nuevos, pero
ella se insistió en ir al Neuquen, tuve ocasión
de volver a leer la carta y estábamos discutiendo que pediríamos cuando nos
vinieron a ofrecer probar un plato especial del Chef Dante que eran unas
empanadas de cabrito las cuales por cierto estarán únicamente a disposición este
siguiente jueves en Neuquen Valle para poder degustarlas, pedimos sendas órdenes
de empanadas y también pedimos una pizza Mendoza, que personalmente es una de
mis favoritas me parece arriesgado y al mismo tiempo increíblemente balanceado
el sabor del queso camembert, las uvas y el jamón serrano, la verdad no hay
pierde al ordenarla, y bueno las empanadas de cabrito.
Lo dije antes y lo repito, de
nueva cuenta hubo cierto riesgo, el
cabrito fue cocido con mucho cuidado para que quedara en su jugo, además de
ello pude notar que le agregaron tomate y cebolla, sazonado con delicadeza,
tanto que si gustan pueden poner algo de Chimichurri y no habrá conflicto de
sabores, al contrario puedo decir que me pareció agradable, lamentablemente estarán
disponibles solo esta semana y recomiendo ampliamente que vayan y las prueben.
Como siempre me hicieron
recordar porque son unos de mis favoritos, la atención excelente, lugar impecable con una decoración exquisita,
en el comedor la selección de vinos al punto (dentro de mi gusto personal),
pero por ahí, a los baños se les escapó un básico en la limpieza, todo lo demás
excelente, la cuenta me pareció justa para lo degustado y me dejaron con un
agradable sabor de boca, a cuidar los detalles y el Neuquen sigue siendo una de
las mejores opciones para una cena entre amigos, agradable, tanto que espero la
oportunidad de darles la vuelta de nuevo, veremos, que estamos detectando
nuevos restaurantes que merecen ser visitados, bueno adelanto lo del Neuquen y
les debo mi última visita al Paddy Murphy´s, donde tuvimos el placer de
escuchar a la banda de Gaitas del Obispado, se los cuento en el siguiente, lo
prometo, los dejo con la barriga llena y el corazón contento, al menos el mío.
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