Las cosas cambian y a veces no
con la rapidez que nos gustaría, por diferentes motivos a veces solo es la
resistencia al cambio, el poco interés por salir de nuestra zona de confort, no
importa la mucha adaptabilidad que poseas en todos los cambios que hacemos
suele haber más o menos resistencia, no es por demás mencionar que si los
cambios son dentro de una colectividad como una sociedad suele haber miembros
de ella que de forma definitiva se rehúsen a dichos cambios.
Me considero muy regiomontano,
por eso mismo entiendo como nuestra querida y necia sociedad norestense es rígida,
ñoña, cuadrada y poco propensa al cambio va adaptándose de forma lenta a las nuevas
necesidades que va imponiendo el resto del mundo, nos decimos una urbe moderna;
y no es por nada, estamos algo lejos de serlo; muchos ejemplos sociales se me
ocurren, desde el rechazo al matrimonio gay, hasta la el hecho de haber levantado
un altar a la virgencita con dinero del erario publico en un estado que se dice
laico y de libertad religiosa. Esta resistencia muy natural en el regiomontano
promedio por supuesto que alcanza a afectar el mundo culinario ya que durante
años a pesar de que ha habido buenos intentos de aventureros restauranteros en
abrir restaurantes con opciones de diferentes países, el regiomontano se ha
quedado solo con muy pocos de ellos, lo que también ha llevado a una sequia en relación
a la cocina de autor.
La gente me pregunta constantemente
mis recomendaciones para tener cenas especiales o simplemente porque tienen
necesidad de comer algo nuevo y diferente, yo dentro de poco empezare a
recomendarles que se cambien de ciudad, por que las opciones al poco se agotan
triste pero cierto; es notable, también es cierto, que estén creciendo los círculos
de aficionados a la buena cocina, así como que existan más blogueros como su
servidor que dedicamos un pedazo de nuestro tiempo a comunicar nuestras
aventuras culinarias, pero aún estamos lejos de llegar a las opciones que posee
la Ciudad de México, ni hablemos de otro continente, es complicado, la gente me
pregunta yo recomiendo en base a mi criterio, y espero que el Chef y el restaurantero
no me hagan quedar mal.

Y siguiendo con los cambios La
Lassagna di Troiano ha cambiado de ubicación ahora son vecinos de Mitras Poniente, sobre la Av, Villa Corona
mismo
sabor, mejores precios, se han enfocado mas ahora en ser pizzería, sin embargo
siguen con la lassagna y si llamas con anticipación te preparan tu plato
italiano preferido, me han prometido un espagueti a la vongole, que ansío
pronto degustar, les deseamos lo mejor a Marco y a Nora en esta nueva aventura
y pronto podamos ver una evolución de su negocio.
Como siempre espero lo mejor,
y les deseo buena suerte en sus aventuras gastronómicas.
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